Al parecer mi madre y yo somos unas malas inflencias

Yo no sé si la gente será muy complicada o yo no le tomo el peso a nada. Prefiero optar por la primera opción. Pero me he dado cuenta que de tal palo talcahuano, porque yo no soy la única mala influencia para el contingente femenino que posee esta familia.

Nada de cosas, mi madre es de las mías. Sin pelos en la lengua y dispuestas a mandar a todo el mundo a freir monos si es necesario ¿Quién lo diría?

Siempre me digo, si volviera el tiempo atrás me terminarían echando de todos lados, porque sería una especie de superheroína preocupada de que la gente no se complique la vida, y como vivimos en Valdivia y en esta ciudad amargarse por nada es un deporte nacional, sería una despatriada.

Ahora ya tengo la edad y la libertad para reirme de las estupideces y no creer todo lo que me dicen. Para poder decir: ¡No se preocupe por leseras, let it be, carpe diem o, por último y como dice mi mamá "di que sí y serás feliz aunque por dentro sepas que no es cierto"!

Lástima que adquirí estos super poderes cuando muchos daños a mi autoestima ya están hechos. Qué verguenza ni que nada y que se atrevan a desafiarme, porque no se imaginan con la chichita que se están curando. He creado un monstruo.

Mujeres del mundo... a espabilarse.