
4/6/2004
Las grandes sociedades nos convierten en nadie. Dejamos de ser nosotros mismos porque nadie conoce nuestros nombres. Si muriéramos ahora seríamos parte de la historia, pero no pasaríamos a la historia.
Dejamos de existir nosotros, deja de existir lo que posiblemente habríamos hecho. Nos convertimos en una posibilidad de...
Si muriéramos hoy, nadie nos conocería mañana y no influenciaríamos a nadie mañana. No existiría nuestra descendencia y “aparentemente” no influiríamos en la historia del mundo.
Mi plan es inventar una historia alternativa, la posibilidad perdida. Dar a conocer “La visión de los omitidos”, aquellos que cambiaron la historia del mundo, pero que nadie consideró por se anónimos. Aquellos que salvaron la humanidad, y a pesar de eso, no figuraron en los créditos.
Aquellos que no se pasearon por el mundo diciendo: “Mírenme y ámenme. Soy genial”.
Esos que sí hicieron algo, pero que no figuraron en los libros de historia por una injusta omisión.
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